Habas con Alcauciles a la Sefardí


Tenía especial interés en enseñaros esta receta, cuyo origen probablemente lo encontremos en la cocina sefardí, muy parecida al guiso de Habas Sefarditas, pero con la diferencia que el guiso que os propongo hoy, no lleva entre sus ingredientes el pescado.

Ya sea por omisión, o bien por cuestiones económicas, mi madre lo cocina desde que tiene memoria, a ella se lo cocinaba su madre y así es como de generación en generación ha llegado hasta mí.

Con el frío que hace, solo apetece comer algo calentito, este es uno de esos platos deliciosos y que no es nada costoso, al no llevar nada de carne ni pescado es ideal en dietas vegetarianas que ya sabéis que en casa no le decimos que no a nada, y las verduras nos encantan.


En esta ocasión el guiso lo ha hecho mi madre, que sacando fuerzas de flaqueza, se ha metido en la cocina para enseñarme como lo cocina ella.
A mí me encanta, porque así aprovecho para tomar fotografías de las manos de mi madre, y con las que ha hecho tan felices a toda la familia con sus ricos guisos y su buen hacer en la cocina.


Ya sé que no podéis probarlo, pues todavía no se ha inventado el plato virtual que se convierta en real, pero os podéis imaginar lo buenísimo que está y lo bien que huele, y a pesar de ser un sencillo plato, merece la pena probarlo porque es de los que como digo yo: “un plato de los que hacen épica”.


HABAS CON ALCAUCILES A LA SEFARDÍ

INGREDIENTES (Para 4 o 5 comensales)
  • ½ Kg de Habas tiernas 
  • 5 Alcachofas 
  • 3 cebolletas frescas 
  • 2 c/p de pimentón de La Vera 
  • 1 pizca de cominos molido 
  • 50 gr de miga de pan blanco 
  • 5 c/s de Aceite de Oliva Virgen Extra 
  • Agua 
  • 1 Hoja de Laurel 
  • Sal y Unas ramitas de Hierbabuena


ELABORACIÓN
  1. En una cacerola poner el aceite de oliva. 
  2. Cortar las cebolletas en trozos de un cm y partidas por la mitad. Añadirlas a la cacerola. Cocinar a fuego suave hasta que estén tiernas. 
  3. Agregar el pimentón de La Vera y remover. 
  4. Quitar las hebras a las habas y cortarlas en trozos con las vainas, introduciendo el cuchillo entre los granos para que queden enteros. 
  5. Lavarlas en abundante agua y añadirlas a la cacerola. 
  6. Limpiar las alcachofas y cortarlas por la mitad, quitándoles los hilillos del corazón y conservando los tallos, a los que les quitaremos una fina capa con ayuda de una puntilla de cocina. Añadirlas a la cacerola junto con la hoja de laurel. 
  7. No será necesario lavarlas con limón, pues el ácido dominaría el sabor del guiso y no nos interesa que esto suceda. Además si las limpiamos en el momento de añadirlas a la cacerola, no se ponen oscuras. 
  8. Cubrir con agua y llevar a ebullición. Añadir el comino. 
  9. Cuando lleven unos diez minutos cocinándose, ponemos la miga de pan en un plato y lo mojamos con un poco de agua (puede ser de la cocción del guiso), lo desmenuzamos con ayuda de un tenedor y lo echamos a la cacerola. 
  10. Remover un poco para mezclarlo con el caldo de cocción de las verduras. Terminamos de cocinar a fuego medio, hasta que las verduras estén bien tiernas. 
  11. En el último minuto le añadiremos las ramitas de hierbabuena. 
  12. Durante el proceso de cocinado, no remover ni introducir la cuchara demasiado dentro del guiso, es mejor remover agitando la cazuela tomándola por las asas y moviéndola con giros suaves, para que las habas no se rompan, lo que haría que el guiso quedara deslucido y con aspecto lamioso.








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