Albóndigas Mignone con Pipette Rigate


Este rico plato de pasta lo vi por primera vez en un libro de cocina que me regalaron con unos paquetes de pasta, allá por los años 90, en él venía esta receta elaborada con tallarines, y desde entonces lo he cocinado muchísimas veces, ya que en general todos los platos que sean de tomate frito casero, acompañados de lo que deseemos, me encantan.

Hoy he preferido cocinarlo  con un tipo de pasta corta para variar y así también facilitamos el servirlo en el plato ya que la pasta de tipo largo como los espaguetis, tallarines, fetuccini, etc., para algunos, son un poco incómodos de comer cuándo van con salsas de tomate, es difícil no mancharse comiéndolos y al final casi todos acaban cortándolos con el cuchillo en el plato, lo que para mí es un fastidio, pues para eso no lo hubiera hecho con pasta de tipo largo.

Las albóndigas Mignone, deben su nombre al tamaño que tienen, tan pequeñitas como los tomatitos cherry, son suaves y tiernas, gustan sobre todo a los niños, a los que es difícil dar de comer aquello a lo que no están acostumbrados.

Si decidís cocinar este plato, pero no os apetece comer pasta o simplemente queréis variar el plato, también lo podéis acompañar de una patatas fritas bastón o un arroz blanco salteado, pues ésta salsa no es ni más ni menos que un rico plato de albóndigas con tomate en versión mini.



INGREDIENTES

Para las albóndigas
  • 400 gr de carne picada de ternera y cerdo
  • 50 gr de queso curado rallado
  • 1 huevo
  • sal
  • pimienta multicolor
  • nuez moscada
  • harina
  • aceite de oliva
Para la salsa
  • 800 gr de tomate natural triturado
  • 1 rama de apio blanco
  • ½ cebolleta fresca
  • 1 diente de ajo
  • 2 pimientos pintones
  • ½ vasito de vino blanco
  • aceite de oliva
  • sal
  • orégano
  • albahaca
Para la pasta
  • 200 gr de Pipette Rigate (tiburoncitos o codillos, pasta hueca)
  • agua
  • sal

ELABORACIÓN
  • En un plato mezclar la carne picada con el queso rallado, el huevo, un pellizco de sal, un poco de pimienta multicolor recién molida y una pizca de nuez moscada recién rallada.
  • Dar forma a las albóndigas, no han de quedar más grandes que tomatitos cherry’s.
  • Pasarlas ligeramente por harina y freírlas en aceite de oliva bien caliente, dorarlas y reservar.
  • Dejar enfriar un poco el aceite sobrante de freír las albóndigas y colarlo en una cazuela para hacer el sofrito de la salsa.
  • Picar las verduras: apio, cebolleta, ajo y pimiento, sofreírlas, añadir el vino blanco y dejar que se evapore totalmente el líquido.
  • Añadir el tomate triturado y poner un toque de orégano, albahaca, sal y azúcar (para corregir la acidez del tomate), dejar reducir hasta que esté bien frito. Introducir las albóndigas en la salsa unos minutos antes de terminar la salsa.
  • Cocer la pasta según las instrucciones del paquete, escurrir y servir en plato hondo con la salsa por encima.
  • Se puede acompañar de un poco de queso rallado al gusto.




















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