Pasta con Pesto Rojo


Hoy hemos querido hacer por primera vez un plato de pasta basado en el tradicional pesto italiano.
El pesto es una salsa, densa y untuosa, consiste en una especie de pasta verde elaborada con aceite de oliva, ajo, albahaca fresca, piñones y queso parmesano.
En nuestra casa queremos darle un giro y cambiarlo totalmente, elaborando un pesto con los mismos principios, pero sustituyendo algunos de los ingredientes básicos, además del modo de elaborarlo.
Hemos cambiado la albahaca fresca por albahaca seca, que nos aporta un sabor característico, ideal en los platos de pasta, pero no aporta el color verde que en este caso no es necesario. Y los piñones han sido sustituidos por unas ricas nueces del pirineo, cambiando el sabor evidentemente, con lo que hemos obtenido un pesto diferente, único y delicioso.
Además en vez de triturarlo todo en crudo, le hemos dado un ligero golpe de calor al fuego para atenuar la fortaleza del ajo y consiguiendo que el pesto esté caliente al servirlo.
El resultado de todos estos cambios ha merecido la pena, pues hemos creado un riquísimo plato de pasta que sin duda volveremos a elaborar en más de una ocasión.



INGREDIENTES 
  • 250 gr de margaritas con vegetales (Farfalle)
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 dientes de ajo
  • 1 tomate rojo maduro
  • 6 tomates secos
  • 8 nueces         
  • 1 c/p de albahaca seca
  • 1 c/p de azúcar
  • 30 gr de Parmigiano Reggiano, recién rallado
ELABORACIÓN
  1. Cocer la pasta en abundante agua salada. 
  2. En un cazo, poner la mitad del aceite y añadir los dos ajos prensados, dorar un poco y añadir el tomate pelado y picado, remover y añadir los tomates secos cortados en trozos, cuándo el tomate seco comience a ablandarse, le añadimos las nueces peladas y troceadas, removemos y añadimos la albahaca y el azúcar, apagamos el fuego y le rallamos el queso parmesano. 
  3. Verter todo en el vaso de la batidora junto al resto de aceite y batir, hasta obtener una pasta densa y fina. 
  4. Escurrir la pasta una vez cocida y mezclar con el pesto antes de servir con un poco más de parmesano recién rallado por encima. 
  5. La albahaca en este pesto debe ser seca, con ello conseguimos todo el aroma de albahaca, pero no aportamos color verdoso al pesto. 
  6. El azúcar es aproximado necesitándose tan solo la cantidad suficiente para neutralizar la acidez del tomate natural. 
  7. Si el pesto nos queda demasiado denso y lo queremos aligerar, le añadiremos un poco de agua (una o dos cucharadas soperas serán suficientes), y lo mezclamos ligeramente. 
  8. Hacer el pesto justo antes de comerlo para no tener que calentar demasiado, si no queremos que se separe el aceite emulsionado.





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